lunes, 29 de abril de 2019

MAESTRA UNA VOCACIÓN: DESDE LOS OJOS DE GRANDES MAESTROS

                           
Tras las vacaciones de Semana Santa y  después de haber disfrutado de unos días de descanso para todos, retomamos en el blog los estupendos artículos que con tanto cariño escriben algunos de nuestros compañeros. Hablando sobre la VOCACIÓN de ser MAESTRO.
Para inaugurar este tercer trimestre he tenido la gran suerte de contar con la Maestra María José Amador, compañera, amiga y andaluza por los cuatro costados.
Creo que me quedaré corta definiéndola, pero es una maestra de VOCACIÓN y de corazón. Qué tiene pasión por su trabajo y por sus alumnos y se refleja en cada cosa que hace. Una maestra entregada, que vive por y para su trabajo y que tiene una creatividad desbordante, la cual transmite a sus alumnos. Innovadora y emprendedora que busca siempre seguir aprendiendo y aportar lo mejor de sí misma.
Posee una sonrisa permanente y siempre tiene una palabra de cariño hacia los demás.
Espero que os guste su artículo tanto como a mí.
Muchísimas gracias María José por aceptar mi invitación y hacerlo tan bien.

“Hazlo con pasión o cambia de profesión”

 Mª José Amador

Desde bien pequeña sabía que la docencia era lo mío. Es algo que siempre decía cuando alguien me preguntaba “¿Qué quieres ser de mayor? y yo le respondía: “Quiero ser MAESTRA”. Al decir esto me embargaba algo poderoso, unas ganas inmensas de enseñar y de ser, algún día, la responsable de mantener bajo mi protección a un grupo de pequeños alumnos. Mucho tuvo que ver en esta decisión, el haber tenido la suerte de encontrarme, a lo largo de mi vida académica, con maestros que han sido para mí grandes pilares y enormes ejemplos a seguir. Es curioso que después de tantos años, les recuerdo más por cómo eran como personas que por lo que en su momento me enseñaron, así deduje que para dedicarte a esta profesión te tenía que guiar el corazón.
El hecho de poder hacer la carrera en algo que me gustaba tanto, fue para mi el principio de algo que ya no me abandonaría jamás. Mi entusiasmo fue creciendo y yo tenía la certeza de que mi vida ya no sería la misma hasta que no consiguiera mi objetivo, que era trabajar y poder ocuparme de mi propia clase. Tuve suerte y con sólo 23 años comencé mi andadura en esto tan bonito, que es la educación.
Personalmente pienso que la vocación aparece un día y permanece ahí siempre, pero no se conforma sólo con aparecer si no que es necesario alimentarla, solo así va haciéndose cada vez mayor y sus raíces serán cada vez más profundas hasta que ya forma parte de tu vida.

¿Es posible ser maestro sin vocación? Pues sí, no lo pongo en duda, pero lo que sí sé es que yo vivo mi profesión, la saboreo y la disfruto como nada en esta vida. Le dedico muchas horas a investigar, formarme y buscar siempre lo mejor para mis alumnos. En 23 años que llevo ejerciendo, mi pasión no ha decaído, al contrario, aumenta cada día porque mi fin es ver a mis alumnos felices, motivados y con ganas de acudir al colegio. Yo soy el espejo en el que ellos se ven reflejados y por eso tengo que hacer un gran trabajo, puesto que son personas sobre las que recaerá una misión muy importante: Ser portadoras de grandes valores y aprendizajes y por ello pueden llegar a cambiar el mundo.
La vocación no desaparece cuando llegas a casa, ahí es donde aparece con más intensidad para poner en marcha el gran proceso creativo que tiene lugar en mi cabeza. Siempre buscando formas de motivar, de innovar y de que mis clases estén impregnadas de emoción. Sólo si hay emoción, los aprendizajes tienen sentido y se convierten en algo memorable, difíciles de olvidar. Me gusta poner corazón y amor a lo que hago porque sólo así llegamos a las personas y les damos las alas necesarias para poder volar.
En definitiva, la vocación es levantarse cada día con ilusión por ir a trabajar ¿Trabajar? Dichosa yo, porque puedo decir bien alto que amo lo que hago, así que trabajo no sé si es. Es sentirte llena cuando consigues el efecto esperado cuando haces algo en clase que llevas días preparando en casa, es ver sus sonrisas y sus miradas asombradas cuando cerramos las persianas y creamos ambiente para hacer nuestras relajaciones. Yo siempre digo que se cierran las persianas, pero al mismo tiempo se abren las puertas a la emoción.
Son tantas cosas, que podría estar escribiendo horas.
Por supuesto, no me puedo olvidar de las familias. Me considero una persona cercana y tengo muy claro que sin su ayuda y colaboración el camino es más complicado y lleno de obstáculos. Me encanta hacerles partícipes de todo el proceso y de contar con ellos para todo lo que sea necesario. No entiendo la educación sin que ellos sean parte importante de todo esto, puesto que nos mueve un objetivo común. Soy afortunada por estar dentro de ese gran vínculo que se crea. Esto también alimenta a la vocación.
Por todo lo expuesto, me atrevo a aconsejar a esas personas que eligen esta carrera por fácil o por no poder optar a otra cosa, que no hagan algo que no les apasione, que su desgana y su falta de vocación no la trasladen a un aula, ya que toda la magia que puede llegar a crearse, es cortada de raíz. Para que todo fluya, el maestro es el primero que debe ir feliz a clase o lo que es lo mismo: “Hazlo con pasión o cambia de profesión”.
Para terminar dos cosas. La primera, agradecer a Elena por haberme brindado esta oportunidad y ser parte de su maravilloso blog junto a grandes profesionales que ya han dejado su huella. Es un gran honor ser partícipe de esta bonita iniciativa.
Y la segunda, acabar con un pequeño relato del gran Eduardo Galeano que dice así:
"Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta contó. Dijo que había contemplado desde arriba, la vida humana.

Y dijo que somos un mar de fueguitos.

-El mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.

No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende".

Que seamos la mecha que enciendan a todos esos “Fueguitos” y que se extienda su luz por todos los rincones. Creo que ese es el objetivo por el cual un día me atreví a creer que podría llegar a ser una gran “MAESTRA”.
                                                                                                                     Mª José Amador
 


 Mª José Amador

                                                            
-Diplomada en Magisterio en la especialidad de Educación Física.
-Maestra de Educación Primaria desde el año 2011.
-Formación en ABP y gran entusiasta de los recursos TIC, habiendo realizado proyectos de gamificación y de pensamiento computacional en Scratch.
- Actualmente trabaja en el CEIP "Agustín Rodríguez" de Puente Genil (Córdoba), actualmente como tutora de 3º de Primaria.
-Maestra con gran entusiasmo y muy a favor de las metodologías activas en el aula. Innovación, pero con sentido, sobre todo teniendo muy claro que el corazón es lo primero que debe entrar en una clase.

Perfiles en RRSS:
- Blog “Proyectando al infinito”: https://mariajospace.blogspot.com/
- Facebook: https://m.facebook.com/profile.php?id=100001893418236&ref=content_filter
- Página “Proyectando al infinito” en Facebook:
https://www.facebook.com/proyectandoalinfinito/?modal=admin_todo_tour
- Instagram: https://www.instagram.com/mamacon2014/?hl=es
- Pinterest: https://www.pinterest.es/majose1b/
- Twiter: https://twitter.com/majose1b?lang=es

2 comentarios:

  1. Mil gracias Elena por darme la oportunidad de emocionarme escribiendo en este bonito rincón. Es increíble como la vida va poniéndote grandes personas en tu camino y tú eres una de ellas. Me considero afortunada. Aquí estoy para lo que te haga falta. 👍🏻👍🏻😘😘

    ResponderEliminar
  2. Me parece fantástico que siempre lo tuvieras claro. Otras veces la vocación llega más tarde. Hay que buscar bien.

    ResponderEliminar