lunes, 11 de febrero de 2019

MAESTRO UNA VOCACIÓN: DESDE LOS OJOS DE GRANDES MAESTROS. Carlos Llaca

El artículo de hoy sobre la vocación, me provoca una especial ilusión porque está escrito por un gran maestro pero también un gran escritor al que admiro y leo.
Desde que conocí a Carlos, a través de sus famosos relatos, descubrí que detrás del escritor había un gran maestro de permanente sonrisa. Que en su libro decía: "Soy feliz viniendo cada mañana al colegio".
Creo que con esa frase, Carlos expresa perfectamente lo que es ser un "MAESTRO de VOCACIÓN".
Para terminar solo puedo decirle gracias y siempre gracias, por aceptar mi invitación y hacerlo tan bien. Un gran abrazo.

Espero que disfrutéis de su lectura.
Gracias por vuestro apoyo incondicional semana tras semana. No solo visitando mi blog y leyéndolo, sino escribiéndome y ofreciéndome vuestro tiempo y pensamiento para participar en alguno de los apartados del mismo.
GRACIAS y un gran abrazo.

“UNA BONITA CASUALIDAD”

Se define la vocación como "la inclinación o interés que una persona siente en su interior para dedicarse a una determinada forma de vida o un determinado trabajo". Añadiría, en mi caso, un interés lleno de entusiasmo, ilusión y pasión.

Analizando mi situación, sorprenderá, pero la confieso: nunca pensé en ser maestro. Mis estudios fueron relacionados con la economía. Un día, comencé a dar clases particulares, por ganar dinero para mis estudios. Ahí encontré mi verdadera vocación. Me hacía más ilusión preparar las clases que mis propios estudios de empresariales. Llegué a Magisterio. Carrera bonita pero poco valorada. Somos los de "pinta y colorea", ¿no? Pues si podéis leerme, ha sido gracias a un maestro o una maestra. Seguro que recordáis el nombre de vuestros/as profes. Eso no se olvida. Eso marca. Recuerdos bonitos, momentos imborrables. Después hice educación física, pedagogía... Me seguí formando y llenando mi mochila de conocimientos que acompañaran a esa vocación encontrada en una bonita casualidad. Porque existen.

Carlos LLaca

 Nunca hablo de trabajo, sino de profesión. Cuando soy un enamorado de la enseñanza y me siento como un niño más con cada experiencia en el aula. Cuando creo en lo que hago, sintiendo una responsabilidad tan grande como bonita. Así entiendo el concepto de vocación.
De poco te sirven los conocimientos si no le pones corazón, poco útil es tu metodología si no crees en lo que haces.

Cada mañana la afronto con ganas de enseñar, pero sobre todo de aprender. Con entusiasmo por escuchar a mi alumnado y con ganas de verles crecer. Para todo esto, para ser un docente de los que dejan huella, de los que te hacen enamorarte de la lectura, creer en lo que haces, soñar con un mundo mejor y sobre todo, que te hacen mejores personas, hace falta eso: vocación. Sentir que eres valioso para ello, que crees en la educación para lograr una sociedad mejor.

Aunque no está de nuestra mano, debemos luchar contra muchos factores que perjudican a nuestra profesión: personas que ven en la docencia un simple trabajo, sin implicación ni ilusión por nada de lo que hacen. También las familias que no confían del todo en nuestra labor, aun sabiendo que somos sus aliados en la formación integral de sus hijos. Por último, la administración, que nos lapida con burocracia, cambios de leyes y que no apoya a los que somos responsables de formar académica y personalmente a las personitas que cambiarán nuestro futuro.

Por resumir: creo firmemente en perseguir mi sueño siendo el mejor maestro que pueda ser, cada curso, cada día. El maestro que me hubiera gustado tener como alumno. Un maestro de corazón, capaz de llegar a otros. Un maestro de VOCACIÓN.

Carlos Llaca Vallina

Profesor de  Educación Primaria especialista en:
Ed. Física
Psicomotricidad
Inglés
Autor del libro: “La magia de tu sonrisa” Editorial Círculo Rojo.
Trabaja en el Colegio Montedeva (Gijón) desde hace 6 años, como maestro de Primaria, Inglés y Educación física.

Instagram: @profecarlos_
https://www.instagram.com/profecarlos_/?hl=es

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